Si alguna vez habías soñado con ponerte toda la chatarrería que tienes por casa, una encima de otra, este es tu momento. Olvidaros de una fina cadenita que apenas destaque en vuestro cuello, olvidaros de cualquier cadenita que no vaya acompañada de otra, y luego de otra y luego de otra. Las posibilidades son múltiples y las normas son pocas: tiene que haber más de un collar colgando de tu cuello (o por lo menos parecerlo), la altura del collar resultante generalmente llega al pecho y tiene que haber algún toque metalizado. ¿Os animáis a jugar?
Como veis, una de las fórmulas es combinar cadenas, con cuentas de perlas e incluso con alguno toque téxtil, como por ejemplo lacitos de tul. Otra opción pasa por combinar sólo collares en plata:
Combinar cadenas plateadas con negras es una alternativa muy en consonancia con el look rocker que tanto se lleva.
Como siempre, hay personas que han sabido dar un toque de finura y elegancia a esta tendencia:
Otras, por el contrario, prefieren recargar su look hasta convertirlo en un collar-fular.
También puedes revisar el pasado, estudiar "qué collares largos y plateados se han llevado en la historia reciente" y dar con con el resultado de Shenae Grimes, mitad ama de llaves, mitad Rigodón-Passpartout. Práctico y a la moda:
Pero el juego de los collares superpuestos lo gana, por goleada, Rihanna.
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