Yo hace más de un año, concretamente en junio del 2008, no me pude resistir y fui a comprarme unas botas de lluvia. Me había resistido durante varias temporadas a comprarme esas versiones de botas de agua urbanitas, con diseños estampados, pero suelo tener cierta prudencia a la hora de comprar cualquier cosa estampada. Fue cuando vi a Kate Moss con su Glastonbury-look, compuesto por ropa para salir de fiesta de manera informal y unas necesarias botas de lluvia para sobrellevar el fango, cuando pensé en incorporar a mi fondo de armario unas botas de lluvia de lo más clásicas, casi idénticas a las de Kate Moss:
Y así fue. Hice sitio en mi zapatero -ocupan una buena superficie- a mis nuevas botas y llevo más de un año sin que mis pies sepan lo que es mojarse los días de lluvia. Y si os preocupa tener que llevarlas en el trabajo, siempre os podéis meter en el bolso unos zapatos que ocupen poco y hacer "el cambio" al llegar.
Además, este otoño ya he divisado varias celebrities calzando las susodichas botas:
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