Es uno de esos detalles "casual" que más se han visto este otoño-invierno. Y la idea no riñe con casi ningún look, tampoco con los más sofisticados.
La idea inicial es hacerse con un cinturón de pantalón, por ejemplo el clásico cinturón de piel marrón, y usarlo para ceñir cualquier prenda. Al no haber presillas, es inevitable crear esa especie de nudo o lazo con el extremo sobrante. El resultado: una tendencia.
Esta tendencia también recuerda a épocas pasadas, cuando los hombres tenían un único cinturón que amortizaban al máximo y los niños heredaban o se apropiaban de enormes cinturones que podían darles dos vueltas a la cintura. Probablemente por ello este detalle le queda genial a looks masculinos:
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